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Índice
General
Introducción
A. Antecedentes sobre
la santidad
B. Porqué hoy es importante aprender a discernir
entre lo santo y lo pofano
C. Lo inmundo, lo
impuro, lo puro y lo santo
D. Requisitos para
que algo sea aceptado y considerado como santo por el Eterno
E. Clasificación de
las cosas santas
F. La diferencia
entre lo Santo y lo Profano
G. Cómo se profanan
hoy las cosas santas del Eterno
H. Sanciones
establecidas por la ley del Señor para aquellos
que profanen sus cosas santas
I. El ministerio del portero
como guardián de los lugares y de las cosas santas
Introducción
Lo que he escrito
aquí no me fue enseñado por sangre y carne Gálatas 1:12, sino que me fue
revelado por mi Padre Eterno a través de su Santo Espíritu, y lo pongo a su
disposición para que se prepare y así sea digno de ser librado de la ira que
pronto vendrá sobre nuestras naciones, pues el Señor en este tiempo quiere un
pueblo verdaderamente santo 1 Pedro
1:15-16 y que respete sus cosas santas Levíticos 22:2.
En este tiempo el
pueblo del Señor habla mucho de santidad, pero tiene solo conceptos humanos,
opiniones e interpretaciones sobre la misma, pues para obtener el verdadero
conocimiento y entendimiento de la santidad, se necesita la revelación del
Padre Eterno y Santo. Por esa razón, lo que de gracia hemos recibido, lo damos
de gracia Mateo 10:8, para que todo el pueblo del Señor reciba y entienda en
parte la revelación que hemos recibido de la santidad del Señor, así como la
diferencia entre lo que es santo y lo que es profano, y de esta manera se
santifique más Apocalipsis 22:11 y perfeccione su santidad a través del
conocimiento que el Señor da 2 Corintios 7:1.
Este material es una
introducción para poder entender la “Ley del Santuario y de la Santificación”
que pronto publicaremos por este mismo medio. Ley fundamentada en las Sagradas
Escrituras y que regirá los lugares santos y la santidad del Reino del Señor en
Venezuela y en la tierra.
A. Antecedentes sobre la Santidad
Éxodo 3:5 Y dijo:
No te acerques; quita tu calzado de tus
pies, porque el lugar en que tú
estás, tierra santa es.
El termino santo,
santificar, santuario o santidad solo aparece una sola vez en Génesis (Génesis
2:3) cuando hace referencia al día de reposo, pero aparece 839 veces en
744 textos del resto de los libros del
pentateuco (este conteo fue realizado sobre la versión Reina Valera 1960). En
cambio el término justo, justicia, injusto, injusticia o sus similares aparece
en Génesis al menos 15 veces. Esto nos aclara, que el Dios Eterno inicialmente
enseñó su justicia y demandaba justicia a su pueblo (justicia y santidad no son
lo mismo aunque están muy vinculadas). La Sagrada Escritura menciona que el
Eterno encontró que Noé era un hombre justo Génesis 6:9 (pero no dice que era santo).
También dice que Abraham creyó al Padre Celestial y actuó conforme a su fe, por
lo que su fe le fue contada por justicia Génesis 15:6, por tanto Abraham por
haber creído y por haber actuado con justicia fue declarado por el Eterno como
un varón justo Santiago 2:21-24 (no dice
que Abraham era santo).
En cambio, en Éxodo
la palabra santidad, santo o sus similares aparece al menos 50 veces y la
primera vez que se nombra, es cuando el Dios Eterno se aparece a Moisés y le
dice que quite el calzado de sus pies porque estaba en un lugar santo. ¿Moisés
conocía y entendía la profundidad y el significado de la palabra santo o
santidad? Por supuesto que no. Cuando el Eterno llama a Moisés al ministerio,
conocía sobre la santidad mucho menos de aquello que conoce la iglesia en este tiempo, esto es,
casi nada (nosotros tenemos la Sagrada Escritura, Moisés no la tenía). Pero posteriormente
el Señor comienza a revelar a su siervo Moisés el significado de esta palabra y
todo lo que ella implicaba para un pueblo, porque su propósito era levantar una
nación con esa cualidad, es decir, una nación santa Éxodo 19:5-6. En las
revelaciones que recibe Moisés del Señor y en sus escritos (en su mayoría en el
libro de Levíticos) nos dejó un gran legado sobre la santidad, pero
lamentablemente sus libros en este tiempo se leen como una historia que ocurrió
en el pasado y cuyo contenido supuestamente no tiene vigencia para este tiempo
¿será eso cierto? ¿Puede algo perder vigencia simplemente porque no se entiende
o comprende su aplicación?.
Las enseñanzas de Moisés sobre la santidad no han perdido
vigencia como algunos piensan
El capítulo 4 de
Malaquías es una palabra profética dada para los tiempos finales, esto es, para
nuestro tiempo. Allí se profetiza sobre el día de la ira del Eterno que pronto
vendrá sobre las naciones de la tierra y que aún no ha ocurrido para nuestro
tiempo Malaquías 4:1, Apocalipsis 6:15-17, pero allí también hace una
exhortación: "Acordaos de la ley de mi siervo Moisés, a quien encargué en
Horeb leyes y decretos para todo Israel”
Malaquías 4:4. Muchos cuando leen este capítulo solo hacen referencia al
ministerio conciliador de Elías (4:5-6), pero obvian el ministerio legislador
de Moisés a quien le fueron dadas leyes y decretos para transformar a Israel en
una nación santa Levíticos 20:7-8. La Iglesia acepta los pocos mandamientos que
el Eterno declaró a su pueblo en el Sinaí Éxodo 20:1-17 ¿pero esos mandamientos eran los únicos que
le fueron dados a Moisés en el Sinaí? Levíticos 27:34
Las más profundas enseñanzas sobre la santidad están en
el Antiguo Testamento
Las mejores y más
profundas enseñanzas sobre la santidad no están en el Nuevo Testamento ¿Por
qué? Porque la santidad no es algo que surge en el Nuevo Testamento, sino que,
era un tema muy bien conocido por los sacerdotes del antiguo pacto. Además, Jesucristo, el apóstol Pablo y los demás
apóstoles y profetas no hicieron reformas profundas a la santidad ¿ahora el
Eterno es menos Santo que antes? ¿Ahora el Señor ya no desea que su pueblo sea
justo, puro, santo y perfecto? Apocalipsis 11:22, Hebreos 12:14, ¡Claro que
no!. Cuando el apóstol Pablo hablaba de la pureza y de la santidad 2 Coríntios
7:1, 1 Tesalonicenses 3:13, 4:4, lo
hacía en los mismos términos o bajo los mismos principios que la enseñaron
Moisés y los profetas, pues las enseñanzas del apóstol estaban fundamentadas en
los escritos de Moisés y de los profetas Hechos 26:22, 28:23, por tanto, si
usted parte sólo de las enseñanzas del Apóstol Pablo para entender lo que es la
santidad, va a llegar a conceptos incompletos y errados, pues aún Pablo usaba
el Antiguo Testamento para enseñar sobre la santidad que demanda el Señor de su
pueblo. Por lo tanto, la verdadera revelación de la santidad no está en el
Nuevo Testamento sino en el Antiguo, por esa razón la santidad en este tiempo
es un misterio que necesita ser revelado por el Padre Eterno Apocalipsis 10:7, 22:11.
B. Porqué hoy es importante aprender a
discernir entre lo santo y lo profano
Ezequiel 44:23 Y
enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y
lo no limpio.
Cuando el Eterno va a
habitar entre los hombres, elige un lugar en la tierra para hacerlo su
Santuario o el lugar de su morada
Deuteronomio 12:5, 16:16 y allí edifica su tabernáculo conforme a sus diseños
Éxodo 25:8-9, Ezequiel 37:25-28 pero también a través de sus leyes (ordenanzas)
Ezequiel 44:8, enseña a ese pueblo entre los cuales va a habitar, para que le
den el trato debido a las cosas santas y a los lugares santos que Él ha elegido
para habitar entre los hombres Levíticos 22:2, Ezequiel 44:9. Por esa razón,
una de las responsabilidades del sacerdocio del linaje de Aarón era enseñar al
pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano Levíticos 10:8-11,
Ezequiel 44:23. Cuando un pueblo no hace diferencia o no discierne entre lo santo
y lo profano, trata las cosas santas del Dios Eterno como si fueran cosas
comunes o profanas, tratan los lugares santos (lugares que el Eterno ha
apartado o se le han consagrado) como si fueran lugares profanos. De igual
manera, Ellos mismos que han sido llamados a ser santos, se conducen como un
pueblo profano, profanando de esta manera su santo nombre ante los demás
pueblos Ezequiel 22:26, 36:21, 23.
En el pasado quizás
no era tan importante este conocimiento que me propongo transmitirle mediante este
material (hace 50 años por ejemplo), primero porque estábamos en un tiempo de
ignorancia 1 Samuel 3:1 y segundo porque no era el tiempo profético para
hacerlo, pues el Dios Eterno no tenía su Santuario en la tierra. Pero en este
tiempo, ahora si es importante y los que menosprecien este conocimiento
sufrirán por su ignorancia Oseas 4:6, porque ya se acerca el tiempo de la gloria postrera de la Casa del Dios Eterno en la tierra
Hageo 2:4-5,9, tiempo del que profetizó Hageo, pero esto no ocurrirá sin que
antes sean estremecidos los cielos y la tierra
Hageo 2:6-7, Joel 3:16, esto es, el día de la ira del Señor Sofonías
2:1-3, Malaquías 4:1, Abdías 15, Apocalipsis 11:15-18, y por eso debemos
regresar nuevamente a las sendas
antiguas, esto es, a las ordenanzas que el Dios Eterno le enseñó a
Moisés en el desierto Malaquías 4:4, porque el pueblo del Señor va a ser
enviado nuevamente al desierto Apocalipsis 12:14, al desierto de las naciones
Ezequiel 20:33-38, porque primero es el
desierto y luego es el Reino Apocalipsis 12:14, 11:15.
La anarquía generada
como consecuencia de la falta de una doctrina sólida como la que enseñaba el
Apóstol Pablo en su tiempo, le ha hecho mucho daño a la Iglesia de Jesucristo Isaías
5:13, Oseas 4:6. Solo aquellos ministros del sacerdocio actual que entiendan
estas cosas y que hagan conforme a la voluntad del Dios Eterno para este
tiempo, formarán parte del nuevo sacerdocio del linaje de Sadoc 1 Samuel
2:28-36, que utilizará el Señor para ministrar en sus lugares santos que muy
pronto levantará en Venezuela y en las demás naciones Ezequiel 44:10-16.
Sacerdocio que también usará para enseñar al pueblo a discernir entre lo santo
y lo profano Ezequiel 44:23, Apocalipsis 22:11, porque el Santuario del Dios Eterno estará otra vez en la tierra
como lo estuvo en los tiempos de Moisés y de Salomón Éxodo 25:8-9, 1 Reyes
6:11-13, Ezequiel 37:24-28. Este es un tiempo de vino nuevo y de convertirnos
en odres nuevos, porque el Dios Eterno habitará entre nosotros Levíticos
26:10-12, Lucas 5:38.
C. Lo inmundo, lo impuro, lo puro y lo
santo
1 Tesalonicenses 4:7
Porque Dios no nos ha llamado a la impureza, sino a la santificación.
Para discernir entre
lo santo y lo profano, también es necesario previamente saber discernir entre
lo que es puro e impuro, pues todo lo santo debe ser necesariamente puro.
Veamos los siguientes conceptos:
Inmundo: es todo aquello que es impuro, pero que por
su condición o naturaleza nunca llegará a ser puro. Ejemplo: el cadáver de un
animal impuro Levíticos 5:2 o el cadáver de una persona Números 19:11,13, el
cerdo Levíticos 11:7-8 y demás animales impuros Levíticos 11:1-47, o algún
objeto de barro que se haya contaminado de impurezas Levíticos 11:33,15:12,
Números 19:15 por cuanto no pueden ser purificados de ninguna manera, entonces
se consideran inmundos. La naturaleza del hombre no es ser inmundo, pero
necesita ser purificado a través de la palabra del Eterno y de la sangre de
Jesucristo para ser limpios y puros Ezequiel 36:25, Juan 15:1-3, 17:17 Hechos
10:15, Efesios 5:26, Hebreos 9:22. La
escritura también describe a los espíritus de las tinieblas como inmundos ya
que ellos no podrán ser purificados jamás Mateo 12:43, Marcos 5:8.
Impuro: es toda aquella persona que no ha sido
lavada por la Palabra del Eterno Ezequiel 36:25 y de la preciosa sangre de
Jesucristo Hebreos 9:22, es decir, todo impío es impuro. Pero también lo es
toda aquella persona o cosa que estaba pura y luego se contaminó de cualquier
manera con impurezas Levíticos 22:5. Estas personas o cosas podrán
posteriormente alcanzar su estado de pureza nuevamente, después de aplicar el
respectivo procedimiento para la purificación según lo establece la Ley de Santidad Levíticos 11:32,
39-40. La persona impura que no se purifique correctamente corre el riesgo de
contaminar el Santuario del Eterno, las personas y las cosas santas Levíticos
15:31, Números 19:20, 22.
Puro: es toda aquella persona que ha sido lavada por la
Palabra y la Sangre de Jesucristo y no se ha contaminado con impurezas Juan
15:3, Hebreos 9:13-14. También lo es todo animal clasificado por el Eterno y su
ley como puro Génesis 7:2-3, Levíticos 11:1-47, 20:25 o toda cosa u objeto que no se ha contaminado
con algún tipo de impurezas, según lo establece el Eterno en sus leyes. También
se dice a toda persona o cosa impura al que se le ha aplicado el procedimiento
establecido para la purificación Levíticos 11:32, 39-40. Para que algo o
alguien sea puro, primero debe ser limpio (debe ser lavado o purificado)
Levíticos 14:8, 15:8, 15:13.
Santo: (kadosh) se dice a toda persona, animal,
lugar o cosa que cumple con los requisitos exigidos para ser santificado (debe
ser puro, limpio, hermoso, acepto y perfecto) y que luego ha sido consagrado y apartado para
el Eterno Éxodo 30:25-30. Solamente lo puro puede ser santificado Números 3:13,
18:15, 1 Timoteo 4:5. Lo impuro solo puede ser santificado cuando sea puro
Hechos 10:15, 28 y lo inmundo nunca
podrá ser santificado Números 18:15, Éxodo 3:20. (Por esa razón solo se debe
usar el aceite que es símbolo del Espíritu Santo para ungir a personas del
pueblo de Dios y no a impíos Éxodo 30:31-33, Romanos 15:16, 1 Pedro 1:2, Santiago
5:14.
Efectos de la interacción entre lo inmundo, lo impuro, lo
puro y lo santo
Es muy importante
tener presente los resultados de la interacción o cuando entran en contacto
personas, lugares y objetos que presentan distintos estados de pureza:
ü Cuando algún objeto o
persona pura entra en contacto con un objeto inmundo, se puede contaminar haciéndose impura Números
19:22. La ley del Eterno establece en qué situaciones y bajo qué condiciones se
contamina y en cuáles no.
ü Cuando algún objeto o
persona pura entra en contacto con un objeto o persona impura, se puede contaminar
haciéndose impura Números 19:22. La ley del Eterno establece en qué situaciones
se contamina y en cuáles no.
ü Cuando algún objeto o
persona que se ha santificado entra en contacto con un objeto inmundo se puede contaminar profanándose
Números 6:6-9.
ü Cuando algún objeto o
persona que se ha santificado entra en contacto con un objeto o persona impura
se puede contaminar profanándose Números 6:6-9, Hageo 2:13.
ü Cuando algún objeto o
persona pura entra en contacto con un objeto o persona santa, esta es
santificada haciéndose por tanto santa Éxodo 29:37, Levíticos 6:27, Ezequiel
44:19, Mateo 23:19.
Presentaremos de otra
manera lo que acabamos de explicar. El signo más (+) significa el contacto y el
signo igual (=) significa el resultado de ese contacto.
Puro + impuro = impuro (lo puro es contaminado)
Puro + inmundo = impuro (lo puro es contaminado)
Santo + impuro = impuro (lo santo es profanado)
Santo + inmundo =
impuro (lo santo es profanado)
Puro + Santo = Santo (lo puro es santificado)
Todas estas cosas
tienen su fundamento en las leyes y ordenanzas del Eterno, que luego
explicaremos con más detalles en este y otros materiales.
Las personas que se acercan a las cosas santas deben
estar puras
Levíticos 22:3
"Diles: ‘A través de vuestras generaciones, todo hombre de vuestros
descendientes, que estando impuro se acerque a las cosas sagradas que los hijos
de Israel consagran a Jehovah, tal persona será excluida de delante de mí. Yo,
Jehovah.
Tomando en
consideración el resultado o efecto producido cuando interactúan o entran en contacto
cosas santas con cosas impuras o inmundas, cabe señalar lo siguiente: las
ordenanzas del Dios Eterno establecen que solamente las personas que están
puras pueden tener acceso a las cosas santas, entre ellas cito como ejemplo:
ministrar desde los altares por cuanto son lugares santos, tocar o cantar como
ministro de adoración, hacer guerra espiritual, celebrar las fiestas del Señor
por cuanto son santas, consumir alimentos que han sido santificados a través de
las fiestas, entre otros. Para entender mejor, lo que se debe hacer para mantenerse puro y así poder
acercarse a los lugares y cosas santas, es imprescindible que estudien el
material “Revelación profética para desarrollar discernimiento entre lo puro y
lo impuro” 1 Tesalonicenses 4:7, Apocalipsis 22:11.
D. Requisitos para que algo sea
aceptado y considerado como santo por el Eterno
Las sagradas
escrituras señalan distintas características y requisitos que deben cumplir
todas aquellas personas, lugares o cosas que han sido consagradas para el
Señor. Lo santo debe ser hermoso
Salmos 29:2, 96:6, 110:3, debe ser puro
Levíticos 10:10, 2 Corintios 7:1, Éxodo 34:19-20, debe ser limpio Levíticos 11:36,
14:4, debe ser acepto o agradable
para el Dios Eterno Levíticos 22:27, 1 Samuel 2:26, Filipenses 4:18, debe ser perfecto Levíticos 22:20, Salmo 50:2,
Mateo 5:48 y debe ser apartado o
consagrado exclusivamente para el Eterno Levíticos 27:9, Números 6:8, 2
Timoteo 2:21. Veamos cada uno de estos requisitos de manera detallada para su
mayor comprensión.
1. Todo lo santo es puro
El Eterno enseñó al
sacerdocio y al pueblo a discernir entre lo puro y lo impuro (algunas versiones
traducen limpio y no limpio) Levíticos 10:10, Ezequiel 44:23, 2 Corintios 7:1,
Apocalipsis 22:11, porque lo que es
impuro no puede ser santificado. La impureza puede formar parte de la
naturaleza de las cosas, por ejemplo, el Eterno creó animales puros e impuros
Génesis 7:2-3, Levíticos 11:7-8, 20:25, esa es su naturaleza, así fueron
creados. Ni usted ni yo podemos cambiar esa naturaleza. Por esa razón, el Dios
Eterno no permitía que animales impuros fueran dados en primicias, ofrendas o
votos, pues todo aquello que era dado en primicias, ofrendas o votos era
santificado, por cuanto todo lo que pertenece al Señor es santo, como lo es Él
Éxodo 13:12-13, 34:19-20, Números 18:15-17, Levíticos 22:2. Toda persona impía
o que no ha sido lavada por la Sangre de Jesucristo es impura, pero aquel que
acepta al Señor Jesucristo de verdad, viene a ser purificado Hechos 10:15 por su
Sangre Hebreos 9:13-14.
Sin embargo, toda
persona que ha sido purificada por el Señor se puede contaminar de diversas
maneras, por eso el Eterno enseñó a su pueblo costumbres y estatutos Levíticos
20:7-8, 25 a través de los cuales, si el pueblo los cumplía y guardaba no se
contaminaría y se mantendría puro el mayor tiempo posible. Le recomiendo
estudiar detenidamente el material “Los Estatutos del Eterno para su Reino en
la Tierra”, para que profundice más sobre este tema. El Eterno a través de sus
leyes (Estatutos y Ordenanzas) enseñó a su pueblo a mantenerse alejados de todo
tipo de impurezas, porque esto afecta la santidad (para que algo sea santo
necesariamente debe ser puro) Números 5:1-4, Levíticos 5:3-4, 21:1-4, Ezequiel
44:25. Los lugares, personas y cosas que
han sido apartadas para el Señor para ser santos, deben permanecer puros,
porque a través de ellos, el Eterno muestra la pureza de su santidad Levíticos 22:2-3,
Ezequiel 36:23.
2. Tolo lo santo es limpio
Para que algo sea
puro, necesariamente también debe ser limpio (como señalamos antes, muchas
versiones de las Escrituras traducen la palabra puro por limpio). La ley del
Eterno establece que aquello que estaba impuro, para ser purificado tenía que
ser lavado con agua Levíticos 15:11 o ser pasado por fuego (dependiendo del
caso) Números 31:19-24. Por esa razón, lo sucio o contaminado no puede ser
santo Zacarías 3:3-7 y cuando usted ensucia algo que ha sido consagrado para el
Señor, lo está profanando Éxodo 31:14. Los lugares, personas y cosas que han
sido apartadas para el Señor para ser santos, deben permanecer limpios, porque
a través de ellos, el Eterno muestra la pureza de su santidad Levíticos 10:3,
22:2-3.
3. Todo lo santo es acepto o agradable al Señor
Para que algo sea
consagrado y santificado para el Dios Eterno tiene que ser acepto o agradable
al Señor Levíticos 22:23, 1 Samuel 2:26, Malaquías 1:8, Efesios 5:10. Hay cosas
que son aceptas o agradables para el hombre desde su propia manera de pensar,
pero que pueden ser no aceptas para el Eterno. El pueblo del Señor en este
tiempo hace muchas cosas para el Dios Eterno pensando que le son gratas, pero
no es así y la causa está en que no le conocen Jeremías 9:23-24. ¿Cómo puedes
agradar a alguien que no conoces?. Si le vas a preparar alimentos a alguien
para agradarle, ¿Cómo le puedes agradar si no sabes lo que le gusta a esa
persona?. Por tanto, preocúpate por conocer a tu Señor para agradarle cada día
más Oseas 6:6.
En este tiempo, el
sacerdocio organiza los cultos con el propósito de agradar a los invitados y
asistentes ¿será que agradan al Señor? Gálatas 1:10. ¿no es esto quemar fuego
extraño y profanar los altares? Levíticos 10:1-2.
4. Todo lo santo es hermoso
La hermosura tiene
que ver con la presentación exterior de las cosas, de cómo se ven a la vista de
las personas Éxodo 28:2. Pero esa hermosura exterior debe ser un reflejo o una
proyección de lo que hay adentro (la pureza) Mateo 23:27. Por esa razón, no
puede ser santificado aquello que tenga defectos Levíticos 1:3. Por ejemplo, si
usted va a consagrar una casa para el Señor, debe lucir hermosa o al menos
tener buena presencia. Si usted va a consagrar un vehículo para el Señor, debe
lucir hermoso o al menos no estar chocado y estar bien de pintura. Recuerde que
todo lo que consagramos para el Señor,
es santificado y el Dios Eterno lo
utilizará para mostrar la hermosura de su santidad. Jerusalén fue una
ciudad santa y por tanto una ciudad hermosa, porque ella reflejaba la hermosura
de la santidad del Dios Eterno Salmos 50:2.
5. Todo lo santo es perfecto
El Dios Eterno es
perfecto y demanda de nosotros perfección Mateo 5:48. La santidad está
relacionada con la perfección y la perfección se alcanza andando en el camino
angosto que señala el Señor a través de sus leyes Génesis 17:1, sin desviarse
ni a la izquierda, ni a la derecha Génesis 26:5. Más adelante hablaremos sobre
la complementariedad de la santidad, donde se entenderá más sobre como la
santidad demanda y requiere perfección.
6. Todo lo santo es apartado y consagrado para el Señor
Hay dos razones para
que algo sea considerado apartado o consagrado para el Señor
a) Que el Dios Eterno la haya tomado para
sí, es decir, que fue su decisión soberana haber elegido y apartado un lugar,
un objeto, una persona Jeremías 1:5 o
una nación para hacerla suya Levíticos 20:26.
b) Que el pueblo de manera voluntaria,
consagre o aparte algún lugar, objeto o persona exclusivamente para servir y
honrar al Señor, a través de una
primicia, ofrenda o voto Levíticos 22:2.
Estudiaremos estos
dos casos de manera más profunda para que lo puedas entender.
a) Personas, lugares u objetos que el Eterno aparta para
sí
Las Sagradas Escrituras
nos presentan diversos ejemplos de cómo el Dios Eterno eligió lugares, personas
y cosas para sí y por tanto estas fueron santificadas, veamos:
ü Eligió, apartó y
santificó a Aarón y su linaje para que fueran sus sacerdotes Éxodo 30:30, por
tanto, ellos y sus hijos en todas las generaciones estarían consagrados para
ministrar en los lugares más santos Números 18:7.
ü Eligió, apartó y
santificó la fórmula para preparar el aceite de la santa unción, esa fórmula no
podría ser utilizada para ningún otro propósito, sino solo para ungir y
santificar lugares, personas y objetos Éxodo 30:25-33.
ü Eligió un lugar,
tribu o territorio de Israel para habitar entre su pueblo Deuteronomio 12:5,11,
así como eligió un lugar en este tiempo para habitar entre nosotros su Iglesia
que está en las naciones gentiles y ese lugar está en Venezuela.
ü Eligió a Israel de
entre todas las naciones de la tierra y los apartó para hacerlos suyos
Levíticos 20:26.
ü Mandó a edificar un
tabernáculo y un templo, una edificación que sería su Santuario para habitar en
la tierra entre los hombres Éxodo 25:8-9, 1 Reyes 6:11-14 Zacarías 2:10, 8:3.
Todos estos ejemplos
que hemos mencionado representan personas, objetos y lugares que el Eterno
apartó para sí y por tanto, se les tenía que dar el trato merecido, por cuanto
eran personas lugares y cosas muy santísimas Éxodo 30:29, Números 18:2-4.
Cuando el sacerdocio y el pueblo no les daba el trato que el Señor les había
enseñado a través de sus ordenanzas o leyes Levíticos 22:9, estas cosas
santísimas eran contaminadas y
profanadas, constituyendo esto un pecado que trae graves consecuencias a los
transgresores Ezequiel 22:26, 31.
b) Personas, lugares u objetos que el pueblo consagra o
aparta para el Señor
El pueblo puede
consagrar al Señor: personas, lugares u objetos a través de ofrendas voluntarias,
votos y primicias Deuteronomio 12:5-6. Luego que estas cosas son apartadas
pasan a ser santas o santísimas. En las sagradas escrituras también tenemos
algunos ejemplos para este caso:
ü Ana a través de un
voto consagró a su hijo Samuel al Señor, por tanto, este acto convirtió a
Samuel en un varón santo 1 Samuel 1:11, 28.
ü Los dirigentes de
Israel dieron ofrenda voluntaria al Señor al culminar la edificación del
tabernáculo Números 7:2-6
ü David y el pueblo
ofrendaron voluntariamente al Señor: oro, plata y otros metales para la
construcción del llamado templo de Salomón 1 Crónicas 29-1-9.
El trato a las cosas santas no se debe hacer según
criterios personales sino conforme a las ordenanzas del Eterno
Levíticos 22:9
Guarden, pues, mi ordenanza,
para que no lleven pecado por ello,
no sea que así mueran cuando la profanen. Yo Jehová que los santifico.
El trato correcto y
aceptable a los lugares santos, a las cosas santas, a los días apartados por el
Señor como santos y a todas las demás cosas santas del Eterno, no debe estar
fundamentado en criterios personales de los hombres, en doctrinas evangélicas
que provienen de reuniones y acuerdos, sino fundamentado en las Leyes del
Eterno, es decir, en las ordenanzas
que el Señor ha establecido para tal fin Levíticos 22:9, Ezequiel 44:8, Zacarías
3:7. Es por eso que ninguna persona impía e ignorante de estas ordenanzas, debe
entrar a los santuarios del Eterno y mucho menos ministrar en sus altares
Ezequiel 44:5, 7,9; 1 Samuel 2:12-17. Aquel que es llamado a dirigir y gobernar
en la Casa del Señor debe: amar, conocer, entender y cumplir todas las
ordenanzas establecidas por el Señor Zacarías 3:7, por cuanto Él es muy celoso
con sus lugares y cosas santas.
E. Clasificación de las cosas santas
A continuación
mencionaremos una lista de las personas y cosas que el Eterno aparta para ser santas,
para su mejor comprensión:
1.
Los
lugares o territorios declarados
como santos por el Eterno como: un territorio Éxodo 3:5, Números 35:33-34, una
ciudad Isaías 52:1, el altar desde donde se ministra al Señor Éxodo 20:25.
2.
Los
inmuebles o edificaciones
consagrados para el Eterno, como el tabernáculo, templo Ezequiel 44:7, 2
Crónicas 29:5 o Casa del Señor.
3.
Las
cosas u objetos que han sido
consagrados para el Eterno como vehículos Números 7:3, mesas, instrumentos
musicales, las sillas del templo, las vestiduras usadas para ministrar, los
equipos usados para el culto como plantas, micrófonos, computadoras y otros
Levíticos 22:2, 15.
4.
Los
alimentos puros y santos como los
utilizados en las fiestas sagradas o los dados en ofrendas, votos y primicias 1
Samuel 21:4.
5.
Los
dineros (su valor) o tesoros que han sido consagrados al
Señor a través de diezmos, ofrendas, votos y primicias Números 18:32.
6.
Las
personas que se han consagrado al
Eterno para ejercer un ministerio
Levíticos 21:9 y en general todos sus siervos Levíticos 25:55, Números
12:1, 8-9.
7.
Los días apartados por el Eterno como días que se le deben consagrar,
tales como los días de reposo de cada semana Éxodo 31:14, Nehemías 13:17,
Isaías 56:2, 6; Ezequiel 20:13, 21, 22:8
y los días de fiestas sagradas Levíticos 23:2.
8.
Las
reuniones sagradas o cultos Joel
2:16. El servicio consagrado al Eterno (culto) Levíticos 10:1-3 y todo lo que
se hace en él (la enseñanza de la Palabra, la adoración, la oración, la
alabanza).
9.
Las fiestas: un pueblo santo solo
celebra fiestas santas y estas fiestas deben ser celebradas siguiendo los
estatutos que el Eterno ha establecido para su celebración porque si no las
profanamos Levíticos 23.
Cuando estas cosas no
son tratadas por el pueblo, como cosas santas o santísimas, entonces cometen el
pecado de profanarlas Levíticos 22:15, Nehemías 13:17-18.
Diferencia entre lo santo y lo santísimo
El Señor nos enseña
en su Palabra que existen distintos niveles de santidad y por tanto Él hace
diferencia entre:
ü Personas santas como el pueblo y los levitas Números 18:6 y personas
santísimas como los sacerdotes Números 18:7 y el Sumo Sacerdote.
ü Cosas santas como aquellas que se usaban en los lugares
santos y las cosas santísimas como
aquellas que estaban en el lugar santísimo Éxodo 26:34, 1 Reyes 6:19.
ü Lugares menos santos como el atrio, lugares más santos como el lugar donde estaban
el candelero y la mesa de la proposición Éxodo 40:24, 26 y lugares santísimos
como el lugar donde estaba el arca y donde accedía solamente el Sumo Sacerdote
Éxodo 26:33-34.
Otros materiales proféticos relacionados:
El Santuario del Eterno estará otra vez en la tierra
http://atalayavenezuela.blogspot.com/p/palabraprofetica-para-el-tachira-y.html
Revelación Profética para Desarrollar Discernimiento entre lo Puro y lo Impuro
http://lasleyesdelreino.blogspot.com/p/revelacionprofetica-para-desarrollar.html
Algunas leyes que publicaremos pronto por este lugar
http://lasleyesdelreino.blogspot.com/p/leyes-que-publicaremos-pronto-por-este.html
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Gracias por tanta sabiduría
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