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Índice
General
Introducción
A.
Justicia y Juicio son el fundamento del Trono del Eterno
B.
Qué es la justificación
C. La
Justificación en el Antiguo Pacto
D.
La Justificación en el Nuevo Pacto
E.
El Padre Eterno ama más la justicia y la obediencia a sus leyes que el
Sacrificio
F.
Puede que vayas al Padre para ser justificado y no seas justificado o perdonado
G.
Errores que podemos cometer en el tribunal del Señor cuando procuramos la
justificación
H.
Factores que van a beneficiar a toda persona que se presenta ante el tribunal
para solicitar justificación
I.
Nueva reforma se dará en la justificación en este tiempo
J.
Cánticos proféticos relacionados
Introducción
Nuestro
equipo de profetas ha recibido revelación, que el Juez Eterno ha establecido su
tribunal en nuestra nación y está llamando a cuentas a cada persona y familia,
por eso es importante entender lo que ocurre en el tribunal de nuestro Padre y
Juez, para que te prepares y salgas librado cuando seas llamado a su tribunal
Isaías 1:27. En este tiempo el Eterno está demandando de nosotros obediencia y justicia antes que ofrendas
1 Samuel 15:22, Salmos 40:6-10 y
sacrificios Proverbios 21:3, Isaías 1:11-17, Miqueas 6:6-8, Jeremías 6:19-20.
El
Eterno ha comenzado a juzgar en nuestra nación porque su propósito es traer
orden, restaurarla Isaías 1:26-28, pero también porque desea enseñarnos
justicia a través de sus juicios Isaías 26.9. El Padre Eterno para liberar a
nuestra nación de su cautividad espiritual, seguirá el mismo procedimiento
aplicado con Israel en el pasado cuando lo liberó de la cautividad de Egipto
Éxodo 12:12, por esa razón también ha enviado a nuestra nación las últimas tres
plagas que envió a Egipto. Venezuela (así como a otras naciones) pasará por una
gran crisis donde muchos perecerán y no pocos serán desterrados Ezequiel 5:5-12,
pero los justos (los que cumplan las leyes del Señor) sobrevivirán Ezequiel
18:5-9. Los justos no temen a los
juicios del Eterno, sino los anhelan porque son tiempos de retribución Éxodo
12:35-36, Salmos 19:9-11.
A. Justicia y
Juicio son el fundamento del Trono del Dios Eterno
Cuando
estudias el concepto de ley, te das cuenta que uno de los propósitos de la ley
es enseñar justicia, por tanto, justicia y ley son dos conceptos que están muy
vinculados, pues la justicia se norma y se enseña a través de las leyes Deuteronomio
6:25, 2 Timoteo 3:16. La palabra justicia aparece aproximadamente 370 veces en
las sagradas escrituras y hoy el pueblo del Señor no la practica como debe ser,
pues poco se conoce sobre ella, aún cuando el Señor nos enseña que:
ü Al
Dios y Juez Eterno le agrada hacer justicia y juicio en la tierra Jeremías
9:24-25.
ü El
Padre Eterno ama más la justicia y el juicio que las ofrendas y sacrificios
Amós 5:23-24, Salmos 33:5.
ü La
justicia y el juicio son el fundamento del trono del Eterno Dios Salmos 97:2.
ü El
Dios Creador ama a los que aman y practican su justicia Salmos 11:7, 146:8,
Juan 14:21-23, pero aborrece al pecador o injusto Salmos 7:11, 11:5, Juan 9:31,
1 Juan 3:8-10.
ü La
búsqueda de la justicia del Reino del Eterno debe ser nuestra prioridad Mateo
6:33.
ü La
justicia se alcanza cumpliendo las leyes del Soberano Dios Deuteronomio 6:24-25
ü La
justicia es una de nuestras armas contra el enemigo 2 Coríntios 6:7 y es una
parte de la armadura del guerrero Efesios 6:14.
ü Toda
la sagrada escritura nos enseña o instruye en justicia 2 Timoteo 3:16.
La
palabra justo se deriva de la palabra justicia, es decir, justo es todo aquel que conoce, habla, enseña Salmos 37:30-31 y practica la justicia del Eterno 1 Juan 3:7. Hoy existen
muchos justos que saben muy poco sobre justicia (ley de justicia) o que no la
practican ¿Cómo puede alguien practicar lo que no conoce?. El conocimiento de
la justicia del Padre Creador es tan amplio Salmos 119:96, que necesitamos
todos los días: estudiarla, meditarla Josué 1:8, practicarla y enseñarla a
nuestros hijos Deuteronomio 4:8-9, Proverbios 22:6. Se requiere alcanzar la
madurez para entender la justicia del Padre Justo Hebreos 5:12-13 y aquel que
la practica es un hombre justo y prudente Proverbios 28:7. El propósito del aprendizaje de la justicia del
Eterno, es que usted aprenda a discernir entre lo bueno y lo malo Hebreos 5:14.
Cuando no tienes una revelación clara sobre la ley de justicia del Altísimo,
podrías llamar bueno a lo malo y malo a lo bueno Isaías 5:20-21. ¿Cómo podemos
aprender todo lo que necesitamos saber sobre la justicia de nuestro Dios y Rey?
La respuesta a esta pregunta es muy simple: estudiando, meditando y practicando
cada día su ley (lo que hoy llamamos Biblia) Josué 1:8, 2 Timoteo 3:16.
La justicia es uno
de varios requisitos necesarios para alcanzar la santidad
1 Corintios
6:11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Hay
tres requisitos diferentes e independientes que están relacionados con la
santidad, estos son la justicia alcanzada por la justificación Romanos 6:19, la
pureza alcanzada por la purificación 1 Juan 3:3, 2 Corintios 7:1 y la santidad
alcanzada por la santificación 1 Corintios 6:11. Cuando entiendas el propósito
de la justificación (aquí lo enseñamos) y procures seguir las recomendaciones
para que no tengas inconvenientes para alcanzarla, aún así necesitas llenar
otros requisitos exigidos por el Padre para alcanzar la santidad que demanda de
nosotros en este tiempo Apocalipsis 22:11. Este tema lo profundizaremos en otro
material más adelante.
El pueblo del Señor
debe mostrar su justicia delante de los hombres
1 Juan 3:7 Hijitos,
nadie os engañe; el que hace
justicia es justo, como él es justo.
Usted
y yo estamos llamados a practicar la justicia del Reino 1 Juan 3:7, pero
también a mostrarla delante de los hombres Mateo 5:14-17. Job era un modelo de
la justicia del Reino Job 29:12-25, el Apóstol Pablo era irreprensible en
cuanto a la justicia del Reino, porque la practicaba fielmente Filipenses 3:6,
¿cómo aprenden los hombres de la tierra la justicia del Reino del Eterno? a
través del ejemplo que dan los siervos justos que el Eterno tiene en la tierra
como usted y yo ¿no es así? 1 Corintios 11:1, Filipenses 3:17.
B. Qué es la
justificación
Romanos 2:13 Porque no son los oidores de la ley los que
son justos delante de Dios, sino que los hacedores de la ley serán
justificados.
Ningún
ser humano está libre de pecar, todos cometen pecados de injusticia, que los
hace injustos Romanos 3:23, y ¿Cómo sabemos que hemos cometido algún pecado de
injusticia? Porque hemos quebrantado la ley de justicia del Padre Justo 1 Juan
3:4, porque no se puede pecar en aquello que no existe ley Romanos 4:15, 5:13.
El Eterno constituyó el proceso de la
justificación, con la finalidad de que todos los que forman parte de su
Reino, puedan ser justificados, es decir, declarados justos por su gracia y
misericordia después de haber quebrantado sus leyes Romanos 3:24-26, pues su
Reino solo está conformado por ciudadanos justos (conforme a su carácter) y que
practican la justicia del Reino. El propósito de la justificación es pues,
llenar los vacíos de justicia que aún hay en las personas que están en el
camino de la perfección Génesis 17:1, Mateo 5:48, por tanto no hay justo que no necesite de la
justificación Romanos 3:10. Pero la justificación se rige bajo ciertas
condiciones y restricciones como veremos más adelante.
La justificación
es un proceso judicial, pues ocurre o se da en el tribunal del Eterno y como
dijimos antes, su propósito es declarar justo (o culpable) a una persona que ha
fallado a los principios de la justicia del Reino ¿en qué momento comparecemos
ante el tribunal del Eterno para ser juzgados y justificados? Comparecemos ante
el tribunal cada vez que en oración solicitamos el perdón del Señor por
nuestros pecados Mateo 6:12.
Mateo 6:12 Perdónanos nuestras deudas, como también
nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Ante
el tribunal del Señor comparecen:
1. El pecador o
acusado: es la persona que a través de oración
solicita el perdón de sus pecados para alcanzar la justificación Lucas 18:10-14.
2. El acusador:
las Escrituras señalan que ese es el trabajo de Satanás, acusarnos cada vez que
vamos al Padre para obstaculizar nuestra justificación Zacarías 3:1, Apocalipsis
12:10, por eso debemos conocer muy bien
este proceso, para que no estemos en desventaja contra el acusador.
3. El Sacerdote:
quien hará la expiación o dará la ofrenda por nuestro pecado Levíticos 5:5-8.
En el antiguo pacto lo hacia el sacerdote Levíticos 5:5-6 y el sumo sacerdote
Hebreos 9:7, ahora Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote Hebreos 9:11 quién se
dio por nosotros.
4. El Juez:
es nuestro Padre Eterno Salmos 50:1-6, quien nos juzga conforme a sus leyes y
decretos. En algunas naciones donde rigen leyes paganas, cuando sus leyes son
quebrantadas, se activan sanciones que ellos mismos han definido para reducir
de esa manera las infracciones. Por ejemplo cuando una persona roba o mata,
habrá una sanción para cada uno de estos casos. Así mismo el Reino del Eterno
establece sanciones en sus leyes, por ejemplo, el adulterio que en algunas naciones paganas
no tiene sentencia o pena alguna, en las leyes del Eterno es penado con la
muerte Levíticos 20:10.
5. El defensor del
acusado: las Escrituras señalan que Jesucristo
es nuestro abogado e intercede por nosotros cuando faltamos a las leyes del
Reino, pero cabe destacar que Jesucristo no es como los abogados que usted
conoce, que buscan acuerdos con el Juez para manipular el juicio, o que a
través de falso testimonio y mentiras busca convencer al juez de que el acusado
es inocente cuando realmente es culpable Éxodo 23:1-8. Tenga presente que
Jesucristo como abogado solo defiende a quienes le conocen Juan 10:27, es
decir, a quienes guardan sus mandamientos 1 Juan 2:1-4, Juan 14:21, 23, porque
a quienes no practican sus leyes no los conoce ni defiende Mateo 7:22-23.
Seguidamente
explicaremos en detalle los dos distintos casos en los cuales se presenta una
persona ante el tribunal del Señor para ser justificada después de quebrantar
su ley, tanto para el antiguo pacto como para el nuevo pacto, donde nos daremos
cuenta que no ha cambiado mucho este proceso.
C. La Justificación
en el Antiguo Pacto
Como
señalamos antes, la justificación la vamos a clasificar en dos casos: uno donde
no hay terceras personas afectadas, así como tampoco sus bienes (no hay pleito)
y el otro donde son afectadas personas y/o sus bienes como en el caso de robo u
homicidio. Como veremos más adelante en este último caso, se requería de la
participación de una persona del pueblo del Señor que hacía el rol de juez y
que juzgaba por el Señor (era un ministerio más). El juez determinaba la
sentencia a aplicar a la persona sancionada Deuteronomio 17:8-11.
1. La Justificación
en el antiguo pacto para pecados donde no se afecta a otras personas ni sus
bienes:
Levíticos
5:5-6 "Y sucederá que cuando
alguien peque respecto a cualquiera de estas cosas, confesará aquello en que
pecó, y traerá a Jehovah como su sacrificio por la culpa, por su pecado cometido,
una hembra del rebaño, sea oveja o cabra, como sacrificio por el pecado. El
sacerdote le hará expiación por su pecado.
Hay
pecados o transgresiones a la ley que no afectan a otras personas, ni sus
bienes (como el pecado de la impureza Levíticos 5:2-3), en este caso, la
persona que había quebrantado la ley tenía que presentarse ante el sacerdote y
confesar su pecado para obtener el perdón Levíticos 5:5-6. Como podemos
observar en este caso, no se requería la actuación de la persona de un Juez Levíticos
4:27-28.
Todo
juicio donde no se afectaban a otras personas en el antiguo pacto comprendía:
1. Acusación
(si había testigos) Levíticos 5:1
2. Confesión
Levíticos 5:5
3. La
enseñanza del sacerdote al acusado sobre la ley quebrantada
4. La
ofrenda por la expiación Levíticos 5:6
Finalmente
la persona al seguir rigurosamente estos cuatro requisitos señalados, obtenía de parte del
Señor el perdón o justificación.
2. Justificación en
el antiguo pacto para pecados donde se afecta a otras personas y/o sus bienes
Deuteronomio
25:1 Si hubiere pleito entre
algunos, y acudieren al tribunal para
que los jueces los juzguen, éstos
absolverán al justo, y condenarán al
culpable.
En
el antiguo pacto, cuando una persona (acusado o pecador) se hacía transgresor
de las leyes del Eterno habiendo afectado a otra persona (víctima), tenía que
presentarse en el tribunal Deuteronomio 25:1, ante el juez para resolver el pleito Éxodo
22:9. El juez le declaraba sentencia o castigo por los daños ocasionados a la
víctima o afectado y determinaba lo que tenía que restituirle en caso de ser
necesario Deuteronomio 17:8-13, Números 5:6-8. Pero luego el acusado tenía que
presentarse ante el sacerdote con un animal puro Levíticos 1:2, 14, de los
establecidos por el Eterno para que el sacerdote ofreciera una ofrenda de sacrificio,
para la expiación de su pecado y de esa manera fuera justificado o perdonado Levíticos
4:27-28. El sacerdote también enseñaba la ley al acusado, ya que muchos que
eran llevados a los tribunales quebrantaban las leyes por la falta del
conocimiento de ésta 2 Crónicas 19:10, Levíticos 4:2, 13.
Cabe
destacar que la persona que había sido juzgada por un pecado determinado,
estaba en la obligación de dejar de pecar en relación al pecado ya juzgado,
pues de continuar haciéndolo, el castigo sería mayor y el juez podría
determinar una sentencia más severa como la muerte Deuteronomio 17:12 o el
destierro Números 15:30, por haber menospreciado las leyes del Eterno Números
15:31. Las leyes del Señor no permitían realizar sacrificios para la expiación
y justificación de las personas que cometieran pecados voluntariamente, con
altivez o rebeldía Hebreos 10:26, es decir, no había sacrificios para aquellos
pecados que ya habían sido juzgados, advertidos por el juez e instruidos por el
sacerdote (por ejemplo una persona que fue juzgada previamente por robo y
vuelve nuevamente a robar de manera reiterada), pues esto constituía un
menosprecio al Rey y Juez Eterno de la nación Números 15:27-36.
Todo juicio donde
se afectaban a otras personas en el antiguo pacto comprendía:
5. Acusación
Levíticos 5:1
6. La
confesión Levíticos 5:5, Números 5:7
7. Sentencia
o castigo por parte del juez Deuteronomio 17:8-9
8. Retribución
al afectado o la devolución de lo que se le había quitado Números 5:7
9. Compensación
adicional al afectado por parte del acusado Números 5:7
10. La
enseñanza del sacerdote al acusado sobre la ley quebrantada
11. La
ofrenda por la expiación Números 5:8
12. Finalmente
el perdón o justificación.
Las personas que
participaban en el proceso eran:
1. El
acusado o pecador, quien debe confesar Números 5:7
2. La
víctima o el afectado por si había daños a terceros como en el caso del robo
Números 5:7
3. El
juez quien dicta sentencia basado en los juicios o decretos del Eterno
Deuteronomio 17:9
4. El
sacerdote quien enseña y ofrece el sacrificio para la expiación Deuteronomio
17:9, Levíticos 5:6.
5. Algunos
casos tenían que ser juzgados obligatoriamente con la presencia de testigos
Deuteronomio 17:6, Levíticos 5:1.
En
el Antiguo pacto la justificación se alcanzaba al cumplir lo que establecía la
ley, es decir, la persona era justificada por la ley. La persona que
quebrantaba la ley por causa de su ignorancia, estaba obligada a cumplirla
(obras de justicia) después de ser exhortado por el sacerdote y/o juez
Proverbios 28:13.
Proverbios
28:13 El que encubre sus pecados no
prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Las sanciones o
decretos de juicio en el Antiguo pacto
Esdras 7:26 Cualquiera que no cumpla la ley de tu Dios y
la ley del rey sea diligentemente sentenciado a muerte, o a destierro, o a
confiscación de propiedades, o a prisión.
Así
como las naciones paganas tienen definidas distintas sanciones para los
infractores de sus leyes, el Reino del Eterno en sus leyes tenía también
sanciones para determinados casos en que la ley fuera quebrantada por el pueblo.
El propósito de estas sentencias o sanciones era que la persona sintiera temor
de pecar y evitar que reincidiera nuevamente en el pecado. Algunos de los
decretos de juicio que se aplicaban en el antiguo pacto eran:
ü
Muerte
irremisible Deuteronomio 21:22-23, Éxodo 21:15-17, 31:14-15.
ü
Multa en
rescate de la vida cuando no era muerte irremisible Éxodo 21:30.
ü
Multa por
daños a terceros Éxodo 21:32
ü
Azotes
Deuteronomio 25:2-3
ü
Destierro
Levíticos 7:27
ü
Cárcel o
prisión Levíticos 24:12, Esdras 7:26
ü
Confiscación
de los bienes Esdras 7:26
D. La justificación
en el Nuevo Pacto
En
el nuevo pacto han ocurrido algunos cambios (reformas) en el proceso de
justificación que necesitamos conocer y entender:
Reforma 1:
En el Sacrificio
Hebreos 10:14 Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado
para siempre a los santificados.
Ya
no se debe ofrecer una ofrenda o sacrificio por la expiación de los pecados, ya
que Jesucristo se ofreció como ofrenda perfecta una vez y para siempre por
todos los pecados de la humanidad Hebreos 10:14.
Reforma 2:
En la confesión
Hubo
un cambio en el sacerdocio, antes los pecados eran confesados a los sacerdotes
del linaje de Leví, para que estos ofrecieran la ofrenda por la expiación Levíticos
5:5-6, ahora los pecados son confesados mediante oración a Jesucristo, Sumo
Sacerdote del linaje de Judá 1 Juan 1:9, Hebreos 9:11-14. Sin embargo hay casos
donde es necesario que confesemos delante de nuestros hermanos nuestros errores
Santiago 5:16 y/o delante de los jueces del Reino.
Reforma 3: La
gracia para un pueblo ignorante que no merece perdón
Al
entrar en vigencia el nuevo pacto, la gracia del Señor es derramada sobre un
pueblo que no merecía formar parte de su Reino (los gentiles). Ese es un pueblo
que no conoce sus leyes y por esa razón, en el tiempo de su ignorancia han
cometido pecados cuyo decreto (castigo o sentencia) según las leyes del Eterno
es la muerte como en el caso de la rebeldía Deuteronomio 21:18-21, el adulterio
Levíticos 20:10-20, la brujería Éxodo 22:18 y la idolatría Éxodo 22:20. Cuando una persona
(gentil o judío) entra a formar parte del Reino por vez primera, todos los
pecados pasados son perdonados Jeremías 31:31-34 y todos los decretos
(sentencias) de juicio establecidos en su contra como consecuencia de haber
quebrantado las leyes del Eterno en el pasado, son anulados (quedan sin efecto)
Colosenses 2:13-14, pues fueron pecados cometidos en tiempo de ignorancia
Hechos 17:30. De esta manera es como la gracia afecta la justificación (se dice
que somos justificados solo por la fe en Jesucristo) Romanos 3:23-28, Hechos
13:39.
Reforma 4:
Justificación por la fe
Antes
la justificación se alcanzaba solo por el cumplimiento de la ley (por las
obras), ahora la justificación se alcanza también (necesariamente) por la fe en
Jesucristo Romanos 3:22, 28, pero esta fe debe ser una fe activa, es decir,
debe estar acompañada de obras (obras de justicia), porque si no la fe del tal
sería muerta o inútil para su justificación Santiago 2:17-26. En relación a
este planteamiento hay dos casos diferentes que debemos tener bien claro, pues
el proceso que se lleva a cabo en el tribunal del Padre para la justificación
del impío que apenas entra a formar parte del Reino del Señor, es diferente al
proceso de justificación que se lleva a cabo cuando es una persona que ya
formaba parte del Reino, veamos:
La justificación
del impío:
Cuando
un gentil (impío) toma la decisión de aceptar al Señor y de formar parte de su
Reino, no tiene obras de justicia y el Padre no espera de él obras de justicia
(para ese momento), por cuanto no conoce su ley ¿no es esto gracia?. En este
caso su fe le es contada por justicia Romanos 4:5-8, si ha aceptado la palabra
de verdad con un espíritu sincero, si está arrepentido de haber cometido todos
los pecados pasados y está dispuesto a realizar los cambios que le exige el
Padre a través de sus leyes, para que forme parte de su Reino (apartarse del
pecado) Proverbios 28:13. ¿Cómo sabemos que un impío ha sido justificado por el
Señor? Lo sabemos porque se ha apartado del pecado Romanos 6:6-7, Gálatas 2:17-18 y se ha convertido en un
siervo de la justicia Romanos 6:18 y de Jesucristo Gálatas 2:20, es decir, se
ven los frutos del arrepentimiento Mateo 3:8.
La justificación
del creyente:
El
Dios y Juez Eterno es más exigente con el creyente y sobre todo con aquel que
más conoce sus leyes Santiago 3:1, por cuanto espera fidelidad al cumplimiento
de sus leyes (al menos de las que ya conoce). El Dios Eterno espera que la
mayoría de faltas a sus leyes se deban por causa de ignorancia, pues espera que
usted se esfuerce por cumplir todo lo que haya aprendido de sus leyes Eternas,
es decir, que haga todo lo que le agrada y deje de hacer todo lo que le
desagrada. Por tanto, en el ya creyente la justificación es por obras de justicia y por fe, porque
un creyente que conoce la ley ya debe tener obras de justicia a su favor ¿Qué
son las obras? Corresponden al debido cumplimiento de las leyes ya aprendidas
previamente. El Padre Eterno espera que sus pecados sean por error, omisión o
ignorancia de su ley, pero no espera que vaya nuevamente a su tribunal por algo
que usted ya fue juzgado y advertido previamente, pues esto constituye
menosprecio a su ley y a su persona como Juez y Rey ¿no es esto pecar
voluntariamente o adrede? Hebreos 10:26-31, ¿no es esto pecar con soberbia? Números
15:30-31. Amado hermano, en esto último no ha cambiado la ley del Eterno. Hasta
aquí la gracia no beneficia al pueblo que tiene conocimiento.
Reforma 5: En las
sanciones o decretos de juicio
1 Juan 5:16-17 Si alguno ve que su hermano comete pecado que
no es de muerte, pedirá, y se le dará vida; digo, a los que no pecan de muerte.
Hay pecado de muerte, acerca del cual no digo que se pida. Toda maldad es pecado, pero hay pecado que no
es de muerte.
El
antiguo pacto como vimos tenía sanciones que el juez dictaminaba para los
infractores de la ley y el nuevo pacto no está exento de estos. Algunas
sanciones establecidas en la ley del nuevo pacto para los que quebranten la ley
o doctrina del nuevo pacto y que fue revelada al apóstol Pablo eran:
ü La
muerte Hechos 5:3-5, 9-11.
ü La
muerte, pero siendo previamente entregado a Satanás por el juez, para la
destrucción de su cuerpo 1 Corintios 5:1-5, porque en el nuevo pacto todavía
hay pecados de muerte 1 Juan 5:16-17.
ü Azotes,
pero siendo entregado a Satanás para la reprensión 1 Timoteo 1:20, Hechos
1:8
ü El
destierro Mateo 18:15-18, Tito 3:10-11, 1 Corintios 5:9-11.
ü La
enfermedad 1 Corintios 11:29-32
ü Reprensión o disciplina de cualquier naturaleza Hebreos 12:5-11,
Apocalipsis 3:19.
Reforma 6: Los
jueces del Reino juzgaban a judíos y extranjeros, ahora solo juzgan a los del
pueblo del Señor
1 Corintios
6:1 ¿Cómo se atreve alguno de vosotros,
teniendo un asunto contra otro, a ir a juicio delante de los injustos y no, más
bien, delante de los santos?
¿Qué
ocurre cuando en una nación o reino no hay jueces para sancionar a los
transgresores de las leyes? pues el pueblo se corrompe porque no hay temor de
quebrantar las leyes del Reino. Por eso el Reino del Eterno no puede prescindir
de jueces, sino que éste debe ser un ministerio más que opera en él. ¿Pero
dónde está la reforma? Israel después de ser constituida como una nación por el
Señor, siempre tuvo jueces, por ejemplo: Moisés, Débora, Gedeón, Elí, Samuel,
David, Salomón y Esdras fueron jueces, pero en este tiempo, usted deberá
presentarse ante los jueces que han sido establecidos por el Señor para este
propósito, porque el juez es un ministerio del Reino y es una función o
atribución de ciertos ministerios que tienen llamado directo del Señor. Los
apóstoles, obispos, pastores y otros hombres sabios de la Iglesia están
llamados a juzgar conforme al llamado en su ministerio 1 Corintios 5:1-5, 6:1-6.
¿No juzgó el apóstol Pablo como ministro del Señor un caso de adulterio
declarando sentencia de muerte para el pecador? 1 Corintios 5:1-5. Sin embargo,
El pueblo del Señor solo está llamado a juzgar sus propios casos en pleitos
entre hermanos 1 Corintios 6:1-5, por eso los jueces del nuevo pacto solo
estaban llamados a juzgar a los de la iglesia y no a los impíos 1 Corintios
5:12-13.
El
Señor en este tiempo está restaurando nuevamente el ministerio del juez como en
los tiempos antiguos, porque cuando no hay jueces el pueblo se corrompe y peca
sin temor.
Reforma 7: La
justificación tenía un costo, ahora es gratuita
Romanos 3:24 siendo justificados gratuitamente por su
gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.
En
el antiguo pacto, cuando un pecador se dirigía al sacerdote para realizar el
acto de la justificación que ordenaba la ley, tenía que presentarse con una
ofrenda, esto es, con un animal puro y sin defecto, de los cuales el Eterno ya
había establecido para tal fin Levíticos 4:27-31. Los más pudientes presentaban
una oveja o una cabra Levíticos 5:5-6, mientras a los más pobres se les daba la
posibilidad de presentar aves de menor costo Levíticos 5:11-13. Es decir, que
el acto de la justificación tenía un costo para el pecador. Por esa razón cada
vez que una persona pecaba, sabía que eso le generaría un gasto.
Sin
embargo, en el nuevo pacto, Jesucristo mismo se ofreció como ofrenda por la
humanidad y eso implica que la justificación es gratuita Romanos 3:24-25, razón
por la cual, se nos hace muy fácil pecar en este tiempo, por cuanto sabemos que
no nos costará nada.
Reforma 8: La
Participación Activa del Espíritu Santo en la justificación
El
Espíritu Santo ejecuta un rol muy importante en nosotros en este tiempo:
convenciéndonos de pecado cuando fallamos al Señor quebrantando uno de los
mandamientos de su ley, convenciéndonos de justicia cada vez que nos enseña sus
leyes y convenciéndonos de juicio cuando somos disciplinados o corregidos
después de haber faltado Juan 16:7-8.
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