Este portal se ha creado con la finalidad de publicar todas las revelaciones que el Eterno Dios nos ha dado sobre sus leyes y pactos que regirán en su nueva visitación que hará en este tiempo a Venezuela y las naciones de la tierra. Este material es solo apto para personas sensibles a la voz del Soberano Dios, para personas humildes y no sabios en su propia opinión. Que el Dios Eterno les permita entender estas grandes verdades fundamentadas en su ley. Toda esta información la estamos publicando en las siguientes páginas web para que usted esté informado y se active en la voluntad del Dios Eterno en el tiempo de su visitación para Venezuela y las naciones.


Revelación Profética del Misterio de la justificación

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Índice General
Introducción                                                                                  
A. Justicia y Juicio son el fundamento del Trono del Eterno        
B. Qué es la justificación                                                              
C. La Justificación en el Antiguo Pacto                                        
D. La Justificación en el Nuevo Pacto                                          
E. El Padre Eterno ama más la justicia y la obediencia a sus leyes que el Sacrificio                                                                           
F. Puede que vayas al Padre para ser justificado y no seas justificado o perdonado                                                               
G. Errores que podemos cometer en el tribunal del Señor cuando procuramos la justificación                                                        
H. Factores que van a beneficiar a toda persona que se presenta ante el tribunal para solicitar justificación                                  
I. Nueva reforma se dará en la justificación en este tiempo       
J. Cánticos proféticos relacionados                                            
Introducción
Nuestro equipo de profetas ha recibido revelación, que el Juez Eterno ha establecido su tribunal en nuestra nación y está llamando a cuentas a cada persona y familia, por eso es importante entender lo que ocurre en el tribunal de nuestro Padre y Juez, para que te prepares y salgas librado cuando seas llamado a su tribunal Isaías 1:27. En este tiempo el Eterno está demandando de nosotros obediencia y justicia antes que ofrendas 1 Samuel 15:22, Salmos 40:6-10 y sacrificios Proverbios 21:3,   Isaías 1:11-17,  Miqueas 6:6-8, Jeremías 6:19-20.
El Eterno ha comenzado a juzgar en nuestra nación porque su propósito es traer orden, restaurarla Isaías 1:26-28, pero también porque desea enseñarnos justicia a través de sus juicios Isaías 26.9. El Padre Eterno para liberar a nuestra nación de su cautividad espiritual, seguirá el mismo procedimiento aplicado con Israel en el pasado cuando lo liberó de la cautividad de Egipto Éxodo 12:12, por esa razón también ha enviado a nuestra nación las últimas tres plagas que envió a Egipto. Venezuela (así como a otras naciones) pasará por una gran crisis donde muchos perecerán y no pocos serán desterrados Ezequiel 5:5-12, pero los justos (los que cumplan las leyes del Señor) sobrevivirán Ezequiel 18:5-9. Los justos no temen a los juicios del Eterno, sino los anhelan porque son tiempos de retribución Éxodo 12:35-36, Salmos 19:9-11.
A. Justicia y Juicio son el fundamento del Trono del Dios Eterno
Cuando estudias el concepto de ley, te das cuenta que uno de los propósitos de la ley es enseñar justicia, por tanto, justicia y ley son dos conceptos que están muy vinculados, pues la justicia se norma y se enseña a través de las leyes Deuteronomio 6:25, 2 Timoteo 3:16. La palabra justicia aparece aproximadamente 370 veces en las sagradas escrituras y hoy el pueblo del Señor no la practica como debe ser, pues poco se conoce sobre ella, aún cuando el Señor nos enseña que:
ü  Al Dios y Juez Eterno le agrada hacer justicia y juicio en la tierra Jeremías 9:24-25.
ü  El Padre Eterno ama más la justicia y el juicio que las ofrendas y sacrificios Amós 5:23-24, Salmos 33:5.
ü  La justicia y el juicio son el fundamento del trono del Eterno Dios Salmos  97:2.
ü  El Dios Creador ama a los que aman y practican su justicia Salmos 11:7, 146:8, Juan 14:21-23, pero aborrece al pecador o injusto Salmos 7:11, 11:5, Juan 9:31, 1 Juan 3:8-10.
ü  La búsqueda de la justicia del Reino del Eterno debe ser nuestra prioridad Mateo 6:33.
ü  La justicia se alcanza cumpliendo las leyes del Soberano Dios Deuteronomio 6:24-25
ü  La justicia es una de nuestras armas contra el enemigo 2 Coríntios 6:7 y es una parte de la armadura del guerrero Efesios 6:14.
ü  Toda la sagrada escritura nos enseña o instruye en justicia 2 Timoteo 3:16.
La palabra justo se deriva de la palabra justicia, es decir, justo es todo aquel que conoce, habla, enseña Salmos 37:30-31 y practica la justicia del Eterno 1 Juan 3:7. Hoy existen muchos justos que saben muy poco sobre justicia (ley de justicia) o que no la practican ¿Cómo puede alguien practicar lo que no conoce?. El conocimiento de la justicia del Padre Creador es tan amplio Salmos 119:96, que necesitamos todos los días: estudiarla, meditarla Josué 1:8, practicarla y enseñarla a nuestros hijos Deuteronomio 4:8-9,  Proverbios 22:6. Se requiere alcanzar la madurez para entender la justicia del Padre Justo Hebreos 5:12-13 y aquel que la practica es un hombre justo y prudente Proverbios 28:7.  El propósito del aprendizaje de la justicia del Eterno, es que usted aprenda a discernir entre lo bueno y lo malo Hebreos 5:14. Cuando no tienes una revelación clara sobre la ley de justicia del Altísimo, podrías llamar bueno a lo malo y malo a lo bueno Isaías 5:20-21. ¿Cómo podemos aprender todo lo que necesitamos saber sobre la justicia de nuestro Dios y Rey? La respuesta a esta pregunta es muy simple: estudiando, meditando y practicando cada día su ley (lo que hoy llamamos Biblia) Josué 1:8, 2 Timoteo 3:16.
La justicia es uno de varios requisitos necesarios para alcanzar la santidad
1 Corintios 6:11  Y esto erais algunos;  mas ya habéis sido lavados,  ya habéis sido santificados,  ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús,  y por el Espíritu de nuestro Dios.
Hay tres requisitos diferentes e independientes que están relacionados con la santidad, estos son la justicia alcanzada por la justificación Romanos 6:19, la pureza alcanzada por la purificación 1 Juan 3:3, 2 Corintios 7:1 y la santidad alcanzada por la santificación 1 Corintios 6:11. Cuando entiendas el propósito de la justificación (aquí lo enseñamos) y procures seguir las recomendaciones para que no tengas inconvenientes para alcanzarla, aún así necesitas llenar otros requisitos exigidos por el Padre para alcanzar la santidad que demanda de nosotros en este tiempo Apocalipsis 22:11. Este tema lo profundizaremos en otro material más adelante.
El pueblo del Señor debe mostrar su justicia delante de los hombres
1 Juan 3:7  Hijitos,  nadie os engañe;  el que hace justicia es justo,  como él es justo.
Usted y yo estamos llamados a practicar la justicia del Reino 1 Juan 3:7, pero también a mostrarla delante de los hombres Mateo 5:14-17. Job era un modelo de la justicia del Reino Job 29:12-25, el Apóstol Pablo era irreprensible en cuanto a la justicia del Reino, porque la practicaba fielmente Filipenses 3:6, ¿cómo aprenden los hombres de la tierra la justicia del Reino del Eterno? a través del ejemplo que dan los siervos justos que el Eterno tiene en la tierra como usted y yo ¿no es así? 1 Corintios 11:1, Filipenses 3:17.
B. Qué es la justificación
Romanos 2:13  Porque no son los oidores de la ley los que son justos delante de Dios, sino que los hacedores de la ley serán justificados.
Ningún ser humano está libre de pecar, todos cometen pecados de injusticia, que los hace injustos Romanos 3:23, y ¿Cómo sabemos que hemos cometido algún pecado de injusticia? Porque hemos quebrantado la ley de justicia del Padre Justo 1 Juan 3:4, porque no se puede pecar en aquello que no existe ley Romanos 4:15, 5:13. El Eterno constituyó el proceso de la justificación, con la finalidad de que todos los que forman parte de su Reino, puedan ser justificados, es decir, declarados justos por su gracia y misericordia después de haber quebrantado sus leyes Romanos 3:24-26, pues su Reino solo está conformado por ciudadanos justos (conforme a su carácter) y que practican la justicia del Reino. El propósito de la justificación es pues, llenar los vacíos de justicia que aún hay en las personas que están en el camino de la perfección Génesis 17:1, Mateo 5:48,  por tanto no hay justo que no necesite de la justificación Romanos 3:10. Pero la justificación se rige bajo ciertas condiciones y restricciones como veremos más adelante.
La justificación es un proceso judicial, pues ocurre o se da en el tribunal del Eterno y como dijimos antes, su propósito es declarar justo (o culpable) a una persona que ha fallado a los principios de la justicia del Reino ¿en qué momento comparecemos ante el tribunal del Eterno para ser juzgados y justificados? Comparecemos ante el tribunal cada vez que en oración solicitamos el perdón del Señor por nuestros pecados Mateo 6:12.
Mateo 6:12  Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Ante el tribunal del Señor comparecen:
1.    El pecador o acusado: es la persona que a través de oración solicita el perdón de sus pecados para alcanzar la justificación Lucas 18:10-14.
2.    El acusador: las Escrituras señalan que ese es el trabajo de Satanás, acusarnos cada vez que vamos al Padre para obstaculizar nuestra justificación Zacarías 3:1, Apocalipsis 12:10,  por eso debemos conocer muy bien este proceso, para que no estemos en desventaja contra el acusador.
3.    El Sacerdote: quien hará la expiación o dará la ofrenda por nuestro pecado Levíticos 5:5-8. En el antiguo pacto lo hacia el sacerdote Levíticos 5:5-6 y el sumo sacerdote Hebreos 9:7, ahora Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote Hebreos 9:11 quién se dio por nosotros.
4.    El Juez: es nuestro Padre Eterno Salmos 50:1-6, quien nos juzga conforme a sus leyes y decretos. En algunas naciones donde rigen leyes paganas, cuando sus leyes son quebrantadas, se activan sanciones que ellos mismos han definido para reducir de esa manera las infracciones. Por ejemplo cuando una persona roba o mata, habrá una sanción para cada uno de estos casos. Así mismo el Reino del Eterno establece sanciones en sus leyes, por ejemplo,  el adulterio que en algunas naciones paganas no tiene sentencia o pena alguna, en las leyes del Eterno es penado con la muerte Levíticos 20:10.
5.    El defensor del acusado: las Escrituras señalan que Jesucristo es nuestro abogado e intercede por nosotros cuando faltamos a las leyes del Reino, pero cabe destacar que Jesucristo no es como los abogados que usted conoce, que buscan acuerdos con el Juez para manipular el juicio, o que a través de falso testimonio y mentiras busca convencer al juez de que el acusado es inocente cuando realmente es culpable Éxodo 23:1-8. Tenga presente que Jesucristo como abogado solo defiende a quienes le conocen Juan 10:27, es decir, a quienes guardan sus mandamientos 1 Juan 2:1-4, Juan 14:21, 23, porque a quienes no practican sus leyes no los conoce ni defiende Mateo 7:22-23.
Seguidamente explicaremos en detalle los dos distintos casos en los cuales se presenta una persona ante el tribunal del Señor para ser justificada después de quebrantar su ley, tanto para el antiguo pacto como para el nuevo pacto, donde nos daremos cuenta que no ha cambiado mucho este proceso.
C. La Justificación en el Antiguo Pacto
Como señalamos antes, la justificación la vamos a clasificar en dos casos: uno donde no hay terceras personas afectadas, así como tampoco sus bienes (no hay pleito) y el otro donde son afectadas personas y/o sus bienes como en el caso de robo u homicidio. Como veremos más adelante en este último caso, se requería de la participación de una persona del pueblo del Señor que hacía el rol de juez y que juzgaba por el Señor (era un ministerio más). El juez determinaba la sentencia a aplicar a la persona sancionada Deuteronomio 17:8-11.
1. La Justificación en el antiguo pacto para pecados donde no se afecta a otras personas ni sus bienes:
Levíticos 5:5-6  "Y sucederá que cuando alguien peque respecto a cualquiera de estas cosas, confesará aquello en que pecó, y traerá a Jehovah como su sacrificio por la culpa, por su pecado cometido, una hembra del rebaño, sea oveja o cabra, como sacrificio por el pecado. El sacerdote le hará expiación por su pecado.
Hay pecados o transgresiones a la ley que no afectan a otras personas, ni sus bienes (como el pecado de la impureza Levíticos 5:2-3), en este caso, la persona que había quebrantado la ley tenía que presentarse ante el sacerdote y confesar su pecado para obtener el perdón Levíticos 5:5-6. Como podemos observar en este caso, no se requería la actuación de la persona de un Juez Levíticos 4:27-28.
Todo juicio donde no se afectaban a otras personas en el antiguo pacto comprendía:
1.    Acusación (si había testigos) Levíticos 5:1
2.    Confesión Levíticos 5:5
3.    La enseñanza del sacerdote al acusado sobre la ley quebrantada
4.    La ofrenda por la expiación Levíticos 5:6
Finalmente la persona al seguir rigurosamente estos cuatro  requisitos señalados, obtenía de parte del Señor el perdón o justificación.
2. Justificación en el antiguo pacto para pecados donde se afecta a otras personas y/o sus bienes
Deuteronomio 25:1  Si hubiere pleito entre algunos,  y acudieren al tribunal para que los jueces los juzguen,  éstos absolverán al justo,  y condenarán al culpable.
En el antiguo pacto, cuando una persona (acusado o pecador) se hacía transgresor de las leyes del Eterno habiendo afectado a otra persona (víctima), tenía que presentarse en el tribunal Deuteronomio 25:1,  ante el juez para resolver el pleito Éxodo 22:9. El juez le declaraba sentencia o castigo por los daños ocasionados a la víctima o afectado y determinaba lo que tenía que restituirle en caso de ser necesario Deuteronomio 17:8-13, Números 5:6-8. Pero luego el acusado tenía que presentarse ante el sacerdote con un animal puro Levíticos 1:2, 14, de los establecidos por el Eterno para que el sacerdote ofreciera una ofrenda de sacrificio, para la expiación de su pecado y de esa manera fuera justificado o perdonado Levíticos 4:27-28. El sacerdote también enseñaba la ley al acusado, ya que muchos que eran llevados a los tribunales quebrantaban las leyes por la falta del conocimiento de ésta 2 Crónicas 19:10, Levíticos 4:2, 13.
Cabe destacar que la persona que había sido juzgada por un pecado determinado, estaba en la obligación de dejar de pecar en relación al pecado ya juzgado, pues de continuar haciéndolo, el castigo sería mayor y el juez podría determinar una sentencia más severa como la muerte Deuteronomio 17:12 o el destierro Números 15:30, por haber menospreciado las leyes del Eterno Números 15:31. Las leyes del Señor no permitían realizar sacrificios para la expiación y justificación de las personas que cometieran pecados voluntariamente, con altivez o rebeldía Hebreos 10:26, es decir, no había sacrificios para aquellos pecados que ya habían sido juzgados, advertidos por el juez e instruidos por el sacerdote (por ejemplo una persona que fue juzgada previamente por robo y vuelve nuevamente a robar de manera reiterada), pues esto constituía un menosprecio al Rey y Juez Eterno de la nación Números 15:27-36.
Todo juicio donde se afectaban a otras personas en el antiguo pacto comprendía:
5.    Acusación Levíticos 5:1
6.    La confesión Levíticos 5:5, Números 5:7
7.    Sentencia o castigo por parte del juez Deuteronomio 17:8-9
8.    Retribución al afectado o la devolución de lo que se le había quitado Números 5:7
9.    Compensación adicional al afectado por parte del acusado Números 5:7
10. La enseñanza del sacerdote al acusado sobre la ley quebrantada
11. La ofrenda por la expiación Números 5:8
12. Finalmente el perdón o justificación. 
Las personas que participaban en el proceso eran:
1.    El acusado o pecador, quien debe confesar Números 5:7
2.    La víctima o el afectado por si había daños a terceros como en el caso del robo Números 5:7
3.    El juez quien dicta sentencia basado en los juicios o decretos del Eterno Deuteronomio 17:9
4.    El sacerdote quien enseña y ofrece el sacrificio para la expiación Deuteronomio 17:9, Levíticos 5:6.
5.    Algunos casos tenían que ser juzgados obligatoriamente con la presencia de testigos Deuteronomio 17:6, Levíticos 5:1.
En el Antiguo pacto la justificación se alcanzaba al cumplir lo que establecía la ley, es decir, la persona era justificada por la ley. La persona que quebrantaba la ley por causa de su ignorancia, estaba obligada a cumplirla (obras de justicia) después de ser exhortado por el sacerdote y/o juez Proverbios 28:13.
Proverbios 28:13  El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Las sanciones o decretos de juicio en el Antiguo pacto
Esdras 7:26  Cualquiera que no cumpla la ley de tu Dios y la ley del rey sea diligentemente sentenciado a muerte, o a destierro, o a confiscación de propiedades, o a prisión.                   
Así como las naciones paganas tienen definidas distintas sanciones para los infractores de sus leyes, el Reino del Eterno en sus leyes tenía también sanciones para determinados casos en que la ley fuera quebrantada por el pueblo. El propósito de estas sentencias o sanciones era que la persona sintiera temor de pecar y evitar que reincidiera nuevamente en el pecado. Algunos de los decretos de juicio que se aplicaban en el antiguo pacto eran:
ü  Muerte irremisible Deuteronomio 21:22-23, Éxodo 21:15-17, 31:14-15.  
ü  Multa en rescate de la vida cuando no era muerte irremisible Éxodo 21:30.
ü  Multa por daños a terceros Éxodo 21:32
ü  Azotes Deuteronomio 25:2-3
ü  Destierro Levíticos 7:27
ü  Cárcel o prisión Levíticos 24:12, Esdras 7:26
ü  Confiscación de los bienes Esdras 7:26                
D. La justificación en el Nuevo Pacto
En el nuevo pacto han ocurrido algunos cambios (reformas) en el proceso de justificación que necesitamos conocer y entender:
Reforma 1: En el Sacrificio
Hebreos 10:14  Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los santificados.
Ya no se debe ofrecer una ofrenda o sacrificio por la expiación de los pecados, ya que Jesucristo se ofreció como ofrenda perfecta una vez y para siempre por todos los pecados de la humanidad Hebreos 10:14.
Reforma 2: En la confesión
Hubo un cambio en el sacerdocio, antes los pecados eran confesados a los sacerdotes del linaje de Leví, para que estos ofrecieran la ofrenda por la expiación Levíticos 5:5-6, ahora los pecados son confesados mediante oración a Jesucristo, Sumo Sacerdote del linaje de Judá 1 Juan 1:9, Hebreos 9:11-14. Sin embargo hay casos donde es necesario que confesemos delante de nuestros hermanos nuestros errores Santiago 5:16 y/o delante de los jueces del Reino.
Reforma 3: La gracia para un pueblo ignorante que no merece perdón
Al entrar en vigencia el nuevo pacto, la gracia del Señor es derramada sobre un pueblo que no merecía formar parte de su Reino (los gentiles). Ese es un pueblo que no conoce sus leyes y por esa razón, en el tiempo de su ignorancia han cometido pecados cuyo decreto (castigo o sentencia) según las leyes del Eterno es la muerte como en el caso de la rebeldía Deuteronomio 21:18-21, el adulterio Levíticos 20:10-20, la brujería Éxodo 22:18  y la idolatría Éxodo 22:20. Cuando una persona (gentil o judío) entra a formar parte del Reino por vez primera, todos los pecados pasados son perdonados Jeremías 31:31-34 y todos los decretos (sentencias) de juicio establecidos en su contra como consecuencia de haber quebrantado las leyes del Eterno en el pasado, son anulados (quedan sin efecto) Colosenses 2:13-14, pues fueron pecados cometidos en tiempo de ignorancia Hechos 17:30. De esta manera es como la gracia afecta la justificación (se dice que somos justificados solo por la fe en Jesucristo) Romanos 3:23-28, Hechos 13:39.
Reforma 4: Justificación por la fe
Antes la justificación se alcanzaba solo por el cumplimiento de la ley (por las obras), ahora la justificación se alcanza también (necesariamente) por la fe en Jesucristo Romanos 3:22, 28, pero esta fe debe ser una fe activa, es decir, debe estar acompañada de obras (obras de justicia), porque si no la fe del tal sería muerta o inútil para su justificación Santiago 2:17-26. En relación a este planteamiento hay dos casos diferentes que debemos tener bien claro, pues el proceso que se lleva a cabo en el tribunal del Padre para la justificación del impío que apenas entra a formar parte del Reino del Señor, es diferente al proceso de justificación que se lleva a cabo cuando es una persona que ya formaba parte del Reino, veamos:
La justificación del impío:
Cuando un gentil (impío) toma la decisión de aceptar al Señor y de formar parte de su Reino, no tiene obras de justicia y el Padre no espera de él obras de justicia (para ese momento), por cuanto no conoce su ley ¿no es esto gracia?. En este caso su fe le es contada por justicia Romanos 4:5-8, si ha aceptado la palabra de verdad con un espíritu sincero, si está arrepentido de haber cometido todos los pecados pasados y está dispuesto a realizar los cambios que le exige el Padre a través de sus leyes, para que forme parte de su Reino (apartarse del pecado) Proverbios 28:13. ¿Cómo sabemos que un impío ha sido justificado por el Señor? Lo sabemos porque se ha apartado del pecado Romanos 6:6-7, Gálatas 2:17-18 y se ha convertido en un siervo de la justicia Romanos 6:18 y de Jesucristo Gálatas 2:20, es decir, se ven los frutos del arrepentimiento Mateo 3:8.
La justificación del creyente:
El Dios y Juez Eterno es más exigente con el creyente y sobre todo con aquel que más conoce sus leyes Santiago 3:1, por cuanto espera fidelidad al cumplimiento de sus leyes (al menos de las que ya conoce). El Dios Eterno espera que la mayoría de faltas a sus leyes se deban por causa de ignorancia, pues espera que usted se esfuerce por cumplir todo lo que haya aprendido de sus leyes Eternas, es decir, que haga todo lo que le agrada y deje de hacer todo lo que le desagrada. Por tanto, en el ya creyente la justificación es por obras de justicia y por fe, porque un creyente que conoce la ley ya debe tener obras de justicia a su favor ¿Qué son las obras? Corresponden al debido cumplimiento de las leyes ya aprendidas previamente. El Padre Eterno espera que sus pecados sean por error, omisión o ignorancia de su ley, pero no espera que vaya nuevamente a su tribunal por algo que usted ya fue juzgado y advertido previamente, pues esto constituye menosprecio a su ley y a su persona como Juez y Rey ¿no es esto pecar voluntariamente o adrede? Hebreos 10:26-31, ¿no es esto pecar con soberbia? Números 15:30-31. Amado hermano, en esto último no ha cambiado la ley del Eterno. Hasta aquí la gracia no beneficia al pueblo que tiene conocimiento.
Reforma 5: En las sanciones o decretos de juicio
1 Juan 5:16-17  Si alguno ve que su hermano comete pecado que no es de muerte, pedirá, y se le dará vida; digo, a los que no pecan de muerte. Hay pecado de muerte, acerca del cual no digo que se pida.  Toda maldad es pecado, pero hay pecado que no es de muerte.
El antiguo pacto como vimos tenía sanciones que el juez dictaminaba para los infractores de la ley y el nuevo pacto no está exento de estos. Algunas sanciones establecidas en la ley del nuevo pacto para los que quebranten la ley o doctrina del nuevo pacto y que fue revelada al apóstol Pablo eran:       
ü  La muerte Hechos 5:3-5, 9-11.          
ü  La muerte, pero siendo previamente entregado a Satanás por el juez, para la destrucción de su cuerpo 1 Corintios 5:1-5, porque en el nuevo pacto todavía hay pecados de muerte 1 Juan 5:16-17.
ü  Azotes, pero siendo entregado a Satanás para la reprensión 1 Timoteo 1:20, Hechos 1:8           
ü  El destierro Mateo 18:15-18, Tito 3:10-11, 1 Corintios 5:9-11.
ü  La enfermedad 1 Corintios 11:29-32
ü  Reprensión  o disciplina de cualquier naturaleza Hebreos 12:5-11, Apocalipsis 3:19.
Reforma 6: Los jueces del Reino juzgaban a judíos y extranjeros, ahora solo juzgan a los del pueblo del Señor
1 Corintios 6:1  ¿Cómo se atreve alguno de vosotros, teniendo un asunto contra otro, a ir a juicio delante de los injustos y no, más bien, delante de los santos?
¿Qué ocurre cuando en una nación o reino no hay jueces para sancionar a los transgresores de las leyes? pues el pueblo se corrompe porque no hay temor de quebrantar las leyes del Reino. Por eso el Reino del Eterno no puede prescindir de jueces, sino que éste debe ser un ministerio más que opera en él. ¿Pero dónde está la reforma? Israel después de ser constituida como una nación por el Señor, siempre tuvo jueces, por ejemplo: Moisés, Débora, Gedeón, Elí, Samuel, David, Salomón y Esdras fueron jueces, pero en este tiempo, usted deberá presentarse ante los jueces que han sido establecidos por el Señor para este propósito, porque el juez es un ministerio del Reino y es una función o atribución de ciertos ministerios que tienen llamado directo del Señor. Los apóstoles, obispos, pastores y otros hombres sabios de la Iglesia están llamados a juzgar conforme al llamado en su ministerio 1 Corintios 5:1-5, 6:1-6. ¿No juzgó el apóstol Pablo como ministro del Señor un caso de adulterio declarando sentencia de muerte para el pecador? 1 Corintios 5:1-5. Sin embargo, El pueblo del Señor solo está llamado a juzgar sus propios casos en pleitos entre hermanos 1 Corintios 6:1-5, por eso los jueces del nuevo pacto solo estaban llamados a juzgar a los de la iglesia y no a los impíos 1 Corintios 5:12-13.
El Señor en este tiempo está restaurando nuevamente el ministerio del juez como en los tiempos antiguos, porque cuando no hay jueces el pueblo se corrompe y peca sin temor.
Reforma 7: La justificación tenía un costo, ahora es gratuita
Romanos 3:24  siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.
En el antiguo pacto, cuando un pecador se dirigía al sacerdote para realizar el acto de la justificación que ordenaba la ley, tenía que presentarse con una ofrenda, esto es, con un animal puro y sin defecto, de los cuales el Eterno ya había establecido para tal fin Levíticos 4:27-31. Los más pudientes presentaban una oveja o una cabra Levíticos 5:5-6, mientras a los más pobres se les daba la posibilidad de presentar aves de menor costo Levíticos 5:11-13. Es decir, que el acto de la justificación tenía un costo para el pecador. Por esa razón cada vez que una persona pecaba, sabía que eso le generaría un gasto.
Sin embargo, en el nuevo pacto, Jesucristo mismo se ofreció como ofrenda por la humanidad y eso implica que la justificación es gratuita Romanos 3:24-25, razón por la cual, se nos hace muy fácil pecar en este tiempo, por cuanto sabemos que no nos costará nada.
Reforma 8: La Participación Activa del Espíritu Santo en la justificación
El Espíritu Santo ejecuta un rol muy importante en nosotros en este tiempo: convenciéndonos de pecado cuando fallamos al Señor quebrantando uno de los mandamientos de su ley, convenciéndonos de justicia cada vez que nos enseña sus leyes y convenciéndonos de juicio cuando somos disciplinados o corregidos después de haber faltado Juan 16:7-8.

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